Cuenta la leyenda de una antigua civilización, que existe un ser mágico, pero malvado, que de cierta forma maneja nuestras vidas. Este personaje, si se quiere un dios o al menos un ser superior, es un mono, y es el encargado de manejar nuestro tiempo. Claramente por un trauma o por envidia a nuestra supuesta superioridad en la escala evolutiva, este personaje se ha empecinado en atormentar al ser humano. Es el dueño del tiempo, y este poder no es menor, él hace que el tiempo vaya rápido cuando la pasamos bien y lento cuando la pasamos mal, él es que hace que año tras año el tiempo pase cada vez mas rápido, validando cada vez más la frase "la pucha, ya estamos en julio, pasó volando". Pero por sobre todas las cosas él es el culpable de nuestro envejecimiento y al fin y al cabo de nuestra muerte. La lucha que debemos librar, aunque sea inútil, es contra este maldito mono, disfrutar cada minuto como si él no tuviera forma de acelerarlo, decidir a conciencia segundo tras segundo qué estamos haciendo y porqué, ya que de lo contrario nos podrá acelerar las horas de la forma que nos tiene acostumbrados, dejándonos otra vez con las manos vacías. No es fácil, pero cada vez que nos demos cuenta de que el mono esta haciendo de las suyas, debemos mirarlo a la cara y decirle: el tiempo es mió y me lo tomo... Salú!
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