domingo, 27 de septiembre de 2009

Los monos


Es viernes de tarde. El día está horrible, pero es viernes de tarde, casi noche. El bicho empieza a invadirnos. La metamorfosis comienza.

Los monos se empiezan a comunicar. Coordinan la noche. El punto de reunión está establecido. La manada se empieza a juntar. Se paga la cuota establecida y parte de la manada sale a buscar los brebajes que le van a poner color a la noche. Al regreso el resto los recibe con cánticos y gritos, la euforia es general.

Los utensilios para la ingesta de la bebida ya están prontos. Empieza la distribución junto con las charlas sobre la vida, las hazañas y los supuestos. La coherencia disminuye junto con el contenido de las botellas y de los brindis. Los monos bailan, hacen piruetas, ruidos, se miden, se abrazan, se ríen.

En el punto de máxima euforia la manada abandona su territorio para salir al encuentro con otros grupos de monos y con otra amplia gama de especies. Las danzas de apareamiento de diversas índoles engalanan el recinto, algunas con éxito, otras no tanto, dejando en evidencia a las especies e individuos dominantes. Los monos bailan sin cesar al son de ritmos tribales hasta quedar exhaustos.

Empieza a asomarse el sol y los monos emprenden el viaje de retorno a su territorio. Buena noche para algunos, un desastre para otros. Hay que ir a descansar y juntar fuerzas para el día siguiente.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Unbreakable

Creo ser invencible.
No lo soy.
Recibo los golpes
mientras mantengo una sonrisa.

No me duele.
En realidad si; un poco.
Pero es sólo un instante
y no acuso ese dolor.

Esta armadura suele fallar.
Los puntos débiles son sabidos
y no soy el único que tiene esa información.

¿A qué conduce este juego en el que no tengo chance de ganar?
La derrota es inevitable si no cambio de estrategia.

No parece muy inteligente quedarme quieto
hasta que una tirada de dados me haga avanzar;
pero el casillero de "pierde un turno"
me está obligando a hacerlo.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Lo que me contó el Artigas de la plaza


Terminó la obra en el Solís
Se apagaron las luces y se callaron los aplausos
Los músicos salen por la puerta de atrás con las guitarras bajo el brazo
Arranco la caminata de retorno al hogar y a la realidad
Un pibe me manguea un pucho enfrente a la plaza independencia
Saco un cigarro con desgano, lo prendo y le fumo unas pitadas antes de entregarlo
Lo miro irse y ahí me doy cuenta de que nos están observando
Era el Artigas de la plaza
Me acerco pensando "Las cosas que habrá visto este Artigas"
Ahí Artigas me tira una guiñada, se baja del caballo y tira un acorde de guitarra
Me canta una canción que dice más o menos así:

Desde que estoy por acá
Mucha cosa he visto pasar
Vi mangueos de cigarro
Pungas metiendo la mano
Parejas discutiendo en vano

También vi cosas buenas
Niños paseando con la escuela
Amantes jugando rayuela
Viejos alimentando palomas
Distintos colores y aromas

Termina la canción, me mira y me dice mientras se sube al caballo:
"Tas muy loquito pibe, andá a dormir"