sábado, 12 de junio de 2010

Un cuento encantado

En uno de mis últimos viajes a la India tuve un encuentro muy grato con un veterano encantador de serpientes. Estuvimos charlando por horas, una persona super interesante y mejor contadora de chistes...

Qué le dice la cobra al encantador la primera vez que se ven?
Encantada!

En una sesión de los martes de la logia de las cobras, una cobra indignada le pregunta a otra:
- Y qué le ves? Qué es lo que te gusta tanto de él?
- No se...pero me encanta!

(Humor gráfico tipo viñeta)
Escena 1
Hay un montón de encantadores de serpientes en una ronda sacando tremendas cobras de adentro de sus canastos y uno vestido notoriamente diferente que no saca nada.
Escena 2
Todos miran con desconcierto al que está vestido distinto.
Escena 3
El canasto que está enfrente al que está vestido distinto se empieza a mover. Todos los demás miran espectantes.
Escena 4
Del canasto en cuestión sale un ratón y todos los demás encantadores se burlan del encantador "diferente".
Escena 5
El encantador "diferente" secuestra a todos los niños de la India y se los lleva al son de su flauta a una tierra lejana.

Conversación entre dos encantadores que recién se conocen:
- Buenas! Qué tal? Aadidev
- Sabhya, encantado!
- No juegues con esooooo!!!
- Perdón, mal yo!

Después de la ronda de chistes el encantador juntó sus cosas y se despidió..."encantado de conocerte" me dijo y me tiró una guiñada.

martes, 1 de junio de 2010

De países


Yo vivía en el País de las Maravillas, ese "que al irte para la cama te contaba tu papá". Había hadas, magos, duendes, dragones y ositos cariñosos tirando fruta por la panza (una idea muy rara...a quién se le habrá ocurrido, no?). Las preocupaciones no existían. Todo era magia, paz y armonía. Aunque en realidad estaban los dragones...pero bueno, esa es otra historia.

Un día, caminando por el bosque, llegué a un lugar donde nunca había estado. La vegetación era disitinta. El camino era distinto. Estaba perdido. Pero no podía dejar de avanzar, la curiosidad me llevaba más y más adelante...o atrás, ya no importaba. Seguí y seguí, mucho rato, hasta que me cansé y me tiré a la sombra de un árbol a descansar.

Me desperté en otro país. Todavía no se como llegué hasta ahí, pero no me interesaba volver, estaba cautivado por lo desconocido, embelezado con la novedad. Quería conocerlo todo, descubrir ese nuevo país y muchos otros.

Al fin y al cabo estuve muy poco tiempo por ese lugar, no podía quedarme quieto. Las interrogantes, la ansiedad y las ganas me obligaban a moverme.

Estuve en ese tren mucho tiempo. Yendo de un país a otro, conociendo mundos increíbles. Cada uno ofrecía cosas distintas; algunas muy buenas y otras no tanto, pero yo quería conocerlos todos.

Un día, no hace mucho, llegué a un país del que todavía no me pude alejar. Me atrapó. Y acá sigo. La gente de este lugar tiene un "no se qué", algo que estoy tratando de descubrir, una forma de vivir a la que no estaba acostumbrado. El lugar en sí también es espectacular, aunque no hay ositos cariñosos. Dragones no he visto, pero me imagino que en algún lugar estarán, siempre andan en la vuelta...

Voy a ver qué pasa en este país, creo que me quedo por acá un tiempo, pero siempre con las ganas incipientes de seguir descubriendo otros mundos y convencido de que, sin importar dónde, el viaje nunca termina.