miércoles, 19 de agosto de 2009

Nunca es igual

Conozco estas calles como la palma de mi mano.
(Bah, frase muy trillada y no tan cierta, borrá)

Conozco estas calles desde que era niño.
Las podría caminar con los ojos cerrados.
(Claro, seguimos buscando el aplauso fácil)
Y en cada paso, encuentro un recuerdo:

Acá vivía Emilio, con el fumé mi primer cigarro
Qué nervios al comprarlos!

En aquella esquina me agarré a piñas una noche
cuándo un desgraciaú le tocó el culo a mi novia.
Tremenda borrachera me agarré en la ferretería,
que por aquel entonces era un boliche.
Cómo regresé a casa esa vuelta? No está en mi memoria
Fue borrado, por completo.

En esa plaza con pasión besé a Natalia.
Ella estaba muy nerviosa, fui su primer novio.
Casi puedo escuchar sus tiernas palabras
Y siento esas maripositas de la adolescencia
Unas semanas mas tarde me dejó,
le gustaba mi mejor amigo.

Hoy no reconozco ningún rostro,
camino sin que nadie me mire.
Ya ni fumo, ni me peleo con la gente
Menos aún tengo lugar para un amor.

Consciente de que vivo,
sé que lo que ahora siento
no es otra cosa
que una futura colección de recuerdos.

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