lunes, 9 de mayo de 2011

Personas vivientes


Iba una persona cualquiera caminando por la calle, rodeado de una muchedumbre errática. En el medio de esa muchedumbre, una estatua viviente. La persona detiene su andar y se queda parada frente a frente con la estatua. Sus miradas se encuentran y se funden una en la otra. La persona se acerca lentamente hacia la estatua sin dejarla de mirar y al llegar hasta ella y sin mediar palabra, la abraza. Se abrazan. Los dos se quedan disfrutando ese momento por largo rato mientras la muchedumbre sigue pasando rápidamente sin notar lo que está pasando en
frente a ellos.

Las dos personas se sueltan, se miran con la mirada más linda del mundo, y se despiden sin decirse nada.

La persona se va caminando hasta perderse en la muchedumbre nuevamente.

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