jueves, 18 de junio de 2009
Un merecido homenaje
Si te pido que pienses en una galletita dulce, cuál es la primera que se te viene a la cabeza?
Las líneas siguientes prentenden sacar del olvido a una galleta dulce que hace años está sumergida en el olvido, que ha perdido el rol protagónico a la hora de la merienda, que cuando aparece la gente la mira como con desprecio, que es la responsable de los males del mundo...ta, ahí se me fue la moto...la galletita MARIA (de pie, mano en el corazón y cabeza gacha).
Si señores! Estamos hablando de una galleta humilde, que a simple vista no tiene nada para ofrecer, pero hace décadas hace las delicias de grandes y chicos. La UdelaR (siglas feas si las hay!) ha realizado una investigación del porqué del éxito de esta galleta.Las conclusiones más significativas del estudio son las siguientes:
- El tamaño es perfecto. Entra justo en la boca evitando así la generación de migas. Perfectas para el auto ya que su tamaño y forma anatómica se adapta perfecto a la mano pudiendo albergar varias unidades sin necesidad de desviar la atención del manejo.
- Fáciles de extraer del paquete. Basta con clavar el pulgar en el sitio de acuerdo al número de unidades que se desee extraer (dependiendo el ámbito), se rotan y se deslizan hasta la boca del paquete donde son recibidas cual bendición divina por la mano contraria. Esta es una diferencia fundamental con los waffles que son imposibles de retirar del paquete sin aplastarlos un poco llenando de migas el entorno.
- Cuando se ingieren generan una pasta poco adherente que no se queda residiendo entre los dientes o muelas, ni genera una sensasión de aspereza en el paladar (como los waffles). Basta con una pasada de lengua por el teclerío para recuperar la sonrisa kolynos y limpiar los vestigios de galleta y ya estás pronto para dar una conferencia en el salón Flamingo sin nada de que preocuparse.
La lista es interminable. Desde acá, mandamos un caluroso abrazo a la galletita María.
Salud!
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Las Marias, solo con dulce de leche. Desde la escuela, que las comía como loco, no me deleitaron más. Igual Salú galletita
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